La empresa de ropa GAP debió retirar su nuevo logo -y volver al anterior [+]- a partir de la furiosa resistencia que generó el cambio, proveniente de miles de entusiastas que apuntaron sus comentarios en el espacio de Facebook que tiene la compañía [+].
No haré mención sobre aspectos estéticos ni semióticos de la nueva imagen, pero más allá del comunicado institucional que realizó la empresa en su web [+], es inevitable que aparezcan preguntas: es lógico aceptar reclamos de usuarios y consumidores en pos de considerar la marca/logo/emblema como un bien social? ¿Acaso, estaremos frente a una innecesaria sobrevaloración de las redes sociales, como espacio de una expresión adolescente del público? ¿Es posible que esto haya sentado el precedente sobre un tema nada menor como la identidad visual de una organización/institución/empresa/producto?
Tal vez se trate de la tan ansiada tiranía de la democracia directa del vulgo... en cuyo caso, dejemos pasar este momento histórico de la 'novedad', y luego veremos.
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