Otra vez esta película. Ya van tres veces desde su estreno.
Es destacable en concepto de Mandela, un tipo encarcelado por un régimen estúpido y agonizante, no se alzó con la revancha al llegar a presidente de su país, sino que buscó entre los adversarios a un ícono: François Pienaar (capitán del seleccionado de rugby sudafricano The Springboks, en el III mundial de Rugby de 1995 en Sudáfrica).
La visión de futuro, del posicionamiento de los personajes del momento, la importancia de ubicar referentes que apunten cambios en sus espacios, la contensión de su propia gente sedienta de revancha, y el impulso a generar cohesión de grupos étnicos antagónicos.
Mandela, un verdadero líder cuyo ejemplo bien vale una cátedra para muchos, muchos argentinos.
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