Hasta ahora la compra de bienes virtuales y aplicaciones (como los juegos en línea), se realizaba con tarjeta de crédito o con el número de teléfono móvil, pero ello implica que para cada transacción hay que ingresar los datos del medio de pago. Ahora con la moneda virtual de Facebbok eso se soluciona porque se descuentan créditos de la cuenta del usuario.
Pero no todo es hermoso. En relación a los desarrolladores de aplicaciones la puja está planteada, ya que algunos productores tienen su propia moneda virtual y por otra parte Facebook retiene un 30% en concepto de comisión.
MySpace tiene su propio proyecto, pero con una comisión menor. Veremos cómo evoluciona esto. Lo cierto es que Facebook con sus problemas de privacidad de datos puede tener un fuerte desafío para manejar este asunto tan sensible como lo es el dinero.
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